jueves, 8 de enero de 2009

EL "ÁNGEL"

Los ángeles son las mujeres malas y perversas más sutiles, y las más peligrosas de todas. En apariencia son bellas, agradables, de buenos modales, suaves y melosas como gatas... pero la realidad es bien distinta. -"Melinda... ¡es un ángel!"- dicen sus familiares, mientras la dulce Melinda pellizca cruelmente a un niño, pero eso sí, con una sonrisa tan angelical que nadie aseguraría que ella fue la culpable de los lloriqueos del bebé.

El ángel es egoísta, egocéntrico... todas sus argucias se dirigen en su propio beneficio. El ángel solo piensa en sí mismo. El ángel no conoce el valor del tiempo, si no es para su propio beneficio.
El ángel sólo piensa, además de en sí mismo, en el dinero, no se preocupa demasiado por agradar de verdad. Si agrada a la gente sobremanera es porque los tienen embrujados.
El hombre, tan inteligente para otras cosas, se deja embaucar por el ángel. Ante él, el hombre se comporta como un ingenuo iluso, pero en cuanto el ángel, es capaz de todo. El ángel sabe que no le pueden matar porque él es inmortal, sabe que no le pueden encerrar porque posee alas.
Son tan cínicos que pueden estar asentándose una puñalada y sonriendo a la vez. Porque les gusta saborear los frutos de sus maldades, son escurridizos, ágiles... no se dejan atrapar tan fácilmente.
Coco Chanel los conocía muy bien:
"Si conozco tan bien este último vestigio del romanticismo, el Ángel, tan del gusto de Cocteau, de Giraudous, es porque he oído a sus vendedoras"
"A la Marquesa de J. no es un asiento en la Corte lo que la haría falta, sino una butaca ante la casa de San Falo. Sin embargo es un ángel, toda la gente que está a su alrededor está de acuerdo en ello".
"El ángel nunca paga al contado. Un ángel paga con promesas vans".
"El ángel cuando se queda viuda y de luto, da una gran cena: -A él la habría disgustado que me aburriera...".


miércoles, 7 de enero de 2009

LAS BRUJAS Y LA BRUJERÍA

La hechicería o brujería es uno de los aspectos más inquietantes, y a la vez desconocidos, por su influencia en lo social, en lo religioso y hasta en lo político dentro de la historia y por sus repercusiones en la vida cotidiana de todos los pueblos desde la más remota antiguedad.

El concepto de bruja, antes considerada como enferma mental, trapera especuladora, endemoniada o resentida social ha evolucionado desde entonces. Hoy en día, acudimos a reconocidas curanderas o echadoras de cartas, brujas actuales, al fin y al cabo, que nos dan remedios a base de plantas o sortilegios y que nos leen el futuro.

Los testimonios más antiguos que poseemos de la existencia de prácticas mágicas se remontan a los habitantes de las cavernas, y desde entonces no nos han abandonado.

Los hechiceros o brujas prehistóricos, que danzaban disfrazados con la cabeza y piel de bisonte en extraños ritos en los que pretendían arrancarle la fuerza al animal, son hábilmente representados por los artistas de la Edad de Piedra en rojo y negro (los colores luciferinos).

El hombre, desde los tiempos prehistóricos, ha adorado aquello que temía o desconocía: el fuego, el Sol,... Así, tambien, el sentimiento de terror ante la muerte y la enfermedad, así como la observación de los fenómenos naturales, crearon en todos los pueblos una falsa asociación de ideas, de tal forma que lo fuerte podría conferir fortaleza, y la subida de marea, por ejemplo, sería el mejor momento para la simpbra de los campos balbuceos de lo que podrá considerarse como el origen mental de la magia blanca.
"Entonces dijo Saúl a sus segudores: "Buscadme una mujer dedicada a la nigromancia para que vaya a consultarla" Por aquella época la nigromancia estaba prohibida en Israel, pero, como en otras épocas y lugares, se practicaba a pesar de la prohibición"
I Samuel XVIII, (4-25)